Las alteraciones de la salud, aún sin ser graves, influyen de forma sobresaliente sobre nuestro devenir. Ralentizan nuestra actividad física, pero sobre todo la intelectual, de manera que transforman periodos de nuestra existencia en verdaderos paréntesis, que se archivan como pequeñas lagunas en nuestra memoria.
Condicionan y disminuyen nuestra calidad de vida. Entorpecen y dificultan nuestras relaciones en todos los ámbitos. Nos desvían de las actividades cotidianas, haciéndonos tender a la inactividad, en la creencia de que lo mejor es dejar pasar el tiempo a la espera de la mejoría.
He sido "victima" de ello en los últimos meses, debido a los problemas derivados de la intervención de desprendimiento de retina en el ojo derecho y consiguiente operación de cataratas producida por el método utilizado para la fijación de la retina mediante gas.
Y cuando el proceso va llegando a su final y se atisba la luz al final del túnel, uno tiene la sensación de haber perdido el tiempo, de haber desperdiciado momentos preciosos. Y se hace patente el deseo de recuperarlo, tarea del todo inútil, porque el tiempo pasado nunca se puede recuperar.
Condicionan y disminuyen nuestra calidad de vida. Entorpecen y dificultan nuestras relaciones en todos los ámbitos. Nos desvían de las actividades cotidianas, haciéndonos tender a la inactividad, en la creencia de que lo mejor es dejar pasar el tiempo a la espera de la mejoría.
He sido "victima" de ello en los últimos meses, debido a los problemas derivados de la intervención de desprendimiento de retina en el ojo derecho y consiguiente operación de cataratas producida por el método utilizado para la fijación de la retina mediante gas.
Y cuando el proceso va llegando a su final y se atisba la luz al final del túnel, uno tiene la sensación de haber perdido el tiempo, de haber desperdiciado momentos preciosos. Y se hace patente el deseo de recuperarlo, tarea del todo inútil, porque el tiempo pasado nunca se puede recuperar.
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